lunes, 24 de febrero de 2014

BEBE Y ANDADERAS SI O NO

Consecuencias de usar andaderas:

Retraso en el desarrollo psicomotor del niño.
Retraso en el desarrollo mental
Retraso en la adquisicion de la destreza para gatear y caminar
Riesgo incrementado de accidentes

Foto: Hola nuevamente amigos... Alguna ves se han preguntado ¿Cómo aprenden los bebés?, ¿Que los motiva a explorar, moverse y conocer mas sobre la realidad que los rodea?

El principal motor del aprendizaje en bebés y niños es la curiosidad natural por el entorno, que empieza a manifestarse a partir del cuarto mes de vida. Paralelamente al desarrollo de sus sentidos y habilidades, el bebé comienza a descubrir su cuerpo y a comprender cómo funciona su entorno. Además, entre el sexto y el séptimo mes la memoria empieza a nacer en el bebé.

¿Cómo favorecer el aprendizaje de bebés y niños?
El cerebro del bebé está preparado para el aprendizaje desde el mismo momento de nacer. Dispone de una amplia red de neuronas (las células nerviosas) que van madurando con rapidez. Por ese motivo, aumenta el tamaño de la cabeza del bebé.

El aprendizaje más simple es el que se realiza por repetición. A fuerza de ver un mismo rostro, empieza a ser familiar. Cuando se repiten unas rutinas, el bebé descubre que una cosa sigue a otra: por ejemplo, que cuando llega su padre, van a tener juntos un rato de juego. Por eso el bebé repite sus juegos o sus movimientos una y otra vez.

El descubrimiento del cuerpo por parte del bebé

Al principio de este periodo, el bebé se centra en el conocimiento de su propio cuerpo y aprende a aprovechar sus nuevas habilidades motoras. Abre y cierra las manos intentando agarrar un objeto, se agarra y chupa los pies o gira la cabeza voluntariamente de un lado a otro. Este interés por los movimientos de su cuerpo marca el inicio de su desarrollo cognitivo. 

Descubrir y comprender el entorno

Ahora que el bebé puede permanecer sentado, aunque sea con ayuda, su campo de visión se amplía y aumenta su interés por el entorno. Además, el desarrollo de la vista y del oído ha aumentado su capacidad de atención y retiene cada vez más información sobre lo que ocurre a su alrededor. El bebé es como una esponja que absorbe toda la información que recibe.

Al recibir una respuesta favorable a una acción, el bebé la repite una y otra vez y comprueba que obtiene siempre el mismo resultado. Aprende de esa experiencia y la aplica a sus actividades futuras. Por eso el bebé tira los objetos que tiene a su alcance y espera que el adulto los recoja y se los vuelva a dar. La intención del niño no es molestar a sus padres con este juego, sino comprobar su influencia sobre el entorno.

El bebé reacciona ante su imagen en el espejo. Reconoce a las personas que están con él y observa sus acciones atentamente. Si los padres acercan su cara a la del bebé, éste en su afán de exploración, les tira del pelo o les toca la cara con la mano.

Otra forma de aprender es por ensayo y error. Es decir, que el bebé intenta alcanzar un objeto y no acierta las primeras veces, pero luego sí. Cuando tiene éxito, lo repite. Cuando fracasa siempre o el resultado es desagradable, posiblemente abandone el movimiento.

Un impulso necesario para aprender es la curiosidad. Durante sus exploraciones, el bebé descubre aspectos importantes de sí mismo (su propio cuerpo, sus sensaciones, movimientos nuevos,...) y del mundo a su alrededor (la textura de los juguetes, su peso, el sonido que producen al caer, los distintos sabores, las reacciones de las personas,...).

Los padres pueden favorecer el aprendizaje de varios modos:

Facilitando que el bebé tenga éxito en sus intentos. Por ejemplo, cuando él quiere reptar "hacia delante" para alcanzar un juguete y como aún no es "experto", se desliza "hacia atrás". Los padres, en lugar de darle el juguete simplemente, pueden proporcionar apoyo a sus pies para que pueda avanzar y coger el objeto por sí mismo.
Reforzando lo que el bebé aprende. Se refuerza si se alaba, se sonríe o se repite lo que el bebé hace o dice.
Alentándolo a probar nuevas experiencias.
Estos tres procedimientos facilitan de forma positiva que el bebé aprenda cosas por sí mismo.

Por el contrario, estas son algunas intervenciones que los padres deben evitar, puesto que actúan de forma negativa sobre el desarrollo de la inteligencia del bebé:

-Impedirle que pruebe actividades. A veces los padres temen que el bebé pueda lastimarse, si lo intenta. Pero se le puede permitir probar vigilando si hubiera riesgos.
Interrumpirle cuando está ensayándolas.
-No darle la oportunidad de probar (aunque fracase).
-Darle las cosas que pide inmediatamente (es mejor que intente alcanzarlas él).

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