jueves, 23 de febrero de 2017

LA BIONEUROEMOCIÓN EN LA VIDA COTIDIANA
La Bioneuroemoción no es sólo un método para sanar, es también una forma cuántica de mirar la vida. Tal vez esto sea lo más fascinante porque nos permite estar conscientes y vivir en plenitud cada aspecto de nuestra existencia dejando atrás el miedo y trayendo a nuestra vida la felicidad. ¿Qué nos permite, entonces, la Bioneuroemoción en nuestra vida?
- Amar y respetar nuestra biología porque sabemos que siempre está a nuestro favor y que cada mensaje que nos envía el cuerpo es un pedido de amor y de consciencia, entonces el síntoma o la enfermedad dejan de ser una maldición para convertirse en un mensaje que, una vez entendido, nos ayuda a crecer y a cambiar.
- Saber que cada persona que nos rodea es nuestro espejo y que en la medida que comprendemos y respetamos a cada uno, lo hacemos con nosotros mismos porque somos uno.
- Ser coherentes entre lo que sentimos, pensamos y hacemos sabiendo que la coherencia nos hace conscientes de lo que pensamos y queremos, por lo tanto libres de condicionamientos.
- Prestar más atención de nuestro inconsciente haciéndolo consciente, pues sabemos que el inconsciente es el 97 % y que se manifiesta a través de nuestros síntomas y de lo que sucede a nuestro alrededor.
- Ser responsables y atentos de lo que sucede a nuestro alrededor, pues cada cosa que pasa es también un mensaje de nuestro inconsciente y un espejo de nuestra vida y nuestros actos.
- Saber que cada cosa que criticamos o nos molesta no pertenece a los demás sino a nosotros mismos, por lo tanto en todo momento podemos cambiar aquello que nos sucede, por lo tanto dejamos de ser víctimas para ser protagonistas de nuestras vidas.
- Comprender, respetar, perdonar y honrar a nuestros ancestros viéndolos como reales seres humanos que vivieron experiencias duras o dolorosas para que nosotros podamos trascenderlas y liberar el clan del sufrimiento.
- Amar el cambio, pues en el cambio hay crecimiento y a través de él podemos desarrollar nuestras infinitas posibilidades.
- Tomar las riendas de nuestra vida, sin culpas ni culpables, sin resentimientos ni dolor, sabiendo que cada cosa que nos ha pasado es una experiencia que nos hace mejores y que sólo nosotros podemos vivir y decidir por nuestra felicidad.
- A saber que no hay nada que pelear o defender puesto que cada quien ve la vida desde su propia visión, desde su propio espejo, por lo tanto nunca “tenemos la razón” y eso nos quita un gran peso de encima.
- Liberar a quienes nos rodean… de culpas, de manipulación, de nuestros deseos ofreciéndoles la oportunidad de que sean quienes realmente han venido a ser (y hacer) a este mundo.
Que siempre te sientas con libertad y armonía y que cada camino que elijas te lleve a la mejor versión de ti mismo.


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