martes, 9 de septiembre de 2014

"La Placenta, un órgano fascinante"

.un órgano que se formó desde nosotros, y al nacer se separa de nuestro cuerpo, sin más".

Es el órgano de intercambio materno-fetal  y la estructura de sostén del embarazo.

“No es la sangre materna el elemento determinante en el crecimiento del feto sino la extensión de la superficie de contacto entre ellos, entre el feto y su madre”

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Existen distintos tipos de placenta entre los mamíferos: la humana es de tipo hemo-corial lo que quiere decir que el tejido fetal penetra el endometrio (pared interna del útero) hasta el punto de estar en contacto con la sangre materna. Se trata de un órgano compartido, es tanto de la madre como del bebé y a través de él circulan partículas en ambas direcciones. Es selectivo, aunque hay sustancias que consiguen penetrar en la placenta como por ejemplo las drogas, por eso muchos medicamentos están prohibidos en el embarazo. Este tipo de placenta es el modelo más exitoso para hacer frente al elevado gasto energético que implica el desarrollo del cerebro fetal.

Se intercambian nutrientes o sustancias orgánicas (proteínas y aminoácidos esenciales, gammaglobulinas que confieren inmunidad, hidratos de carbono como principal fuente de energía del feto, lípidos y ácidos grasos, vitaminas), agua y sustancias inorgánicas (sodio, hierro, fósforo, etc…), gases (oxígeno y anhídrido carbónico).

Se ha descubierto recientemente que células madre del embrión pasan a través de ella al torrente sanguíneo de la mujer lo que tiene un efecto rejuvenecedor,  debido a su origen fetal poseen una gran capacidad regenerativa.
La placenta además segrega sus propias sustancias  para sostener 9 meses de embarazo, hasta que el feto esté listo para nacer. Las más conocidas y relevantes son: Gonadotropina coriónica humana (hCG), la progesterona y el lactógeno placentario humano (hPL).

Comienza a formarse  a partir de la unión del óvulo y el espermatozoide (fecundación), a los 7 días (21 días del ciclo femenino) se produce la implantación del huevo y en la segunda semana comienzan los procesos evolutivos (entre tejidos maternos y embrionarios), hasta el 16-20 semanas cuando ya está totalmente diferenciada.
Relación de anterior a posterior:
Vejiga-Utero gestante-Recto
 La placenta de término, se asemeja a una torta circular u oval de aproximadamente 18 a 20 cm de diámetro mayor y de un espesor de 2,5 cm, máximo en el centro, disminuyéndose hacia los  bordes.
Pesa entre 280 y 700 gramos, según percentilo (10-90), siendo un promedio de 500 gramos. Las placentas pueden tener variaciones en la forma y constitución.

Se pueden observar 2 caras claramente definidas: una materna y otra fetal.


-         Cara materna o basal: contacta y se sostiene de la pared uterina (endometrio-miometrio) de color rojo “vinoso”, con numerosos surcos que delimitan los cotiledones o lóbulos placentarios (estructuras básicas circulatorias de la placenta: hay 10 de gran tamaño, 50 de tamaño mediano y más de 100 pequeños).

-         Cara fetal o corial: corresponde a la cavidad amniótica, donde está alojado el feto flotando en líquido amniótico o amnios. Su color  se asemeja a un  gris “brillante” y da inserción al cordón umbilical. Puede insertarse central, paracentral o marginal. Lo interesante es que desde el sitio de inserción del cordón umbilical en la placenta, las 2 arterias y vena única que lo recorren desde el “ombligo” fetal, irradian sus ramas hacia la periferia, haciendo conexión con los cotiledones placentarios-fetales.


Y cómo surge el cordón umbilical?

Al crecer la cavidad amniótica, el embrión se halla sostenido por un pedículo de fijación a los tejidos que evolucionan como placenta, por lo que éste se alarga dando origen al cordón umbilical.
Al término del embarazo, se lo ve como un tallo sinuoso, de superficie reluciente, color blanquecino-gris, resistente y elástico, con una longitud promedio de 50 cm, y un espesor de 1,5 cm.
Se observa una forma espiralada-sinuosa, ya que las 2 arterias que lo recorren tienen mayor longitud en relación con la vena única umbilical. “Inteligentemente” acomodadas dentro del mismo.



Placenta y Cordón umbilical- Relación

La vena umbilical: se encarga de llevar la sangre “oxigenada” de la placenta al feto (color rojo en la imagen).
Las 2 arterias umbilicales: llevan del feto a la placenta la sangre  “venosa o carboxigenada”.
Los vasos se hayan protegidos por una sustancia gelatinosa (Wharton) y revestido por tejido amniótico (color azul en la imagen).




Dato interesante: los vasos umbilicales, provienen de la alantoides, que se encontraba dentro del pedículo de fijación, y que a su vez nacieron del extremo caudal del embrión donde se inició el intestino primitivo.


A través de  Ecografía doppler se controlan  los vasos umbilicales y fetales para asegurar correcto flujo de sangre y por ende el intercambio de los nutrientes y el oxígeno. De esta manera se puede comprobar que el bebé está recibiendo lo que necesita en el útero, principalmente  cuando se acerca la fecha probable de parto y confirmar la funcionalidad de la placenta a pesar de su grado de maduración ( I, II, III) y progresivo envejecimiento fisiológico.

Dónde está ubicada la placenta dentro del útero?



Suele insertarse en la parte alta o superior del útero, aunque puede presentarse en inserciones baja o previa  a partir de las 16-20 sem puede determinarse, la ubicación definitiva de la misma, mediante observación ecográfica.

Hablamos de placenta previa cuando se relaciona directamente con el orificio interno del cuello uterino y una zona llamada segmento uterino inferior, y este último no inicia su formación hasta la semana 28, por lo que no se puede establecer esa relación antes de dicha semana. Antes de esa fecha es imposible determinar si es una placenta previa. El 80 % de las placentas de inserción baja al final de la gestación no serán placentas previas, debido a la "migración placentaria", que es el desplazamiento de la placenta a la porción superior del útero por la elongación del segmento uterino inferior que de una longitud de 0,5 cm en la semana 20 pasa a más de 5 cm al final de la gestación. El tratamiento suele ser expectante hasta el desarrollo fetal, la indicación es la realización de una cesárea programada, incluso en la placenta previa periférica (cuando no es oclusiva, pero sí contacta con bordes del segmento inferior), a pesar de ser compatible con un parto vaginal para evitar posibles complicaciones.


Alumbramiento ESPONTANEO: separación de la placenta y membranas ovulares luego del nacimiento por Parto Vaginal de un único bebé.

Inmediatamente luego del nacimiento, el útero se retrae para adaptarse a su menor contenido y continúa su contractilidad rítmica, con frecuencia e intensidad similar, ya que la oxitocina sigue siendo pulsátil, aunque podría decirse casi indoloras. La placenta sigue adherida al útero, por lo cual frente a las contracciones, la posición vertical, la estimulación de la succión del recién nacido y el calor o ambiente cálido donde se encuentren, comenzará su desprendimiento y posterior salida al exterior.


La expectación y la observación, con tranquilidad es fundamental para una separación completa y correcta de la placenta. La salida no es inmediata, la mayoría se produce en los primeros 30 minutos y puede esperarse hasta 2 horas criteriosamente, teniendo en cuenta signos de desprendimiento, y mirada holística de la parturienta.
La ligadura del cordón umbilical se realiza cuando éste dejó de latir. "NO ANTES". El desprendimiento de la placenta es un proceso simultáneo, por lo cual, no debe tironearse ni ordeñar del cordón, con la intención de apresurar el proceso de salida. Al mismo tiempo que se abriga al recién nacido y se lo contiene para una buena adaptación al medio externo.

Luego de la separación, el útero desciende a la altura del ombligo y  el cuello uterino irá cerrándose nuevamente. Recién al mes el útero será intrapélvico. Todo gracias a sutiles contracciones. Se observarán pérdidas sanguíneas, que irán disminuyendo con el correr de los días.

Muy interesante: La hemostasia uterina, depende de la contractilidad antes mencionada, y de la acción de sus fibras musculares (miometrio). Al tener el útero tres capas musculares donde la capa media con sus fibras espiraladas aborda los vasos sanguíneos, se logra el cierre rápido ante el sangrado, con el objetivo de evitar hemorragia. Se cicatriza la zona de desprendimiento placentario, y así comienza la regenerar el endometrio a partir del 6to día post parto.


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