.un órgano que se formó desde nosotros, y al nacer se separa
de nuestro cuerpo, sin más".
Es el órgano de intercambio materno-fetal y la estructura de sostén del embarazo.
Es el órgano de intercambio materno-fetal y la estructura de sostén del embarazo.
“No es la sangre materna el elemento determinante en el
crecimiento del feto sino la extensión de la superficie de contacto entre
ellos, entre el feto y su madre”
Existen distintos tipos de placenta entre los mamíferos: la
humana es de tipo hemo-corial lo que quiere decir que el tejido fetal penetra
el endometrio (pared interna del útero) hasta el punto de estar en contacto con
la sangre materna. Se trata de un órgano compartido, es tanto de la madre como
del bebé y a través de él circulan partículas en ambas direcciones. Es
selectivo, aunque hay sustancias que consiguen penetrar en la placenta como por
ejemplo las drogas, por eso muchos medicamentos están prohibidos en el
embarazo. Este tipo de placenta es el modelo más exitoso para hacer frente al
elevado gasto energético que implica el desarrollo del cerebro fetal.
Se intercambian nutrientes o sustancias orgánicas (proteínas
y aminoácidos esenciales, gammaglobulinas que confieren inmunidad, hidratos de
carbono como principal fuente de energía del feto, lípidos y ácidos grasos,
vitaminas), agua y sustancias inorgánicas (sodio, hierro, fósforo, etc…), gases
(oxígeno y anhídrido carbónico).
Se ha descubierto recientemente que células madre del
embrión pasan a través de ella al torrente sanguíneo de la mujer lo que tiene
un efecto rejuvenecedor, debido a su
origen fetal poseen una gran capacidad regenerativa.
La placenta además segrega sus propias sustancias para sostener 9 meses de embarazo, hasta que
el feto esté listo para nacer. Las más conocidas y relevantes son:
Gonadotropina coriónica humana (hCG), la progesterona y el lactógeno
placentario humano (hPL).
Comienza a formarse a
partir de la unión del óvulo y el espermatozoide (fecundación), a los 7 días
(21 días del ciclo femenino) se produce la implantación del huevo y en la
segunda semana comienzan los procesos evolutivos (entre tejidos maternos y
embrionarios), hasta el 16-20 semanas cuando ya está totalmente diferenciada.
La placenta de término, se asemeja a
una torta circular u oval de aproximadamente 18 a 20 cm de diámetro mayor y de
un espesor de 2,5 cm, máximo en el centro, disminuyéndose hacia los bordes.
Pesa entre 280 y 700 gramos, según percentilo (10-90),
siendo un promedio de 500 gramos. Las placentas pueden tener variaciones en la
forma y constitución.
Se pueden observar 2 caras claramente definidas: una materna
y otra fetal.
- Cara materna
o basal: contacta y se sostiene de la pared uterina (endometrio-miometrio) de
color rojo “vinoso”, con numerosos surcos que delimitan los cotiledones o
lóbulos placentarios (estructuras básicas circulatorias de la placenta: hay 10
de gran tamaño, 50 de tamaño mediano y más de 100 pequeños).
- Cara fetal o
corial: corresponde a la cavidad amniótica, donde está alojado el feto flotando
en líquido amniótico o amnios. Su color
se asemeja a un gris “brillante”
y da inserción al cordón umbilical. Puede insertarse central, paracentral o marginal.
Lo interesante es que desde el sitio de inserción del cordón umbilical en la
placenta, las 2 arterias y vena única que lo recorren desde el “ombligo” fetal,
irradian sus ramas hacia la periferia, haciendo conexión con los cotiledones
placentarios-fetales.
Y cómo surge el cordón umbilical?
Al crecer la cavidad amniótica, el embrión se halla
sostenido por un pedículo de fijación a los tejidos que evolucionan como
placenta, por lo que éste se alarga dando origen al cordón umbilical.
Al término del embarazo, se lo ve como un tallo sinuoso, de
superficie reluciente, color blanquecino-gris, resistente y elástico, con una
longitud promedio de 50 cm, y un espesor de 1,5 cm.
Se observa una forma espiralada-sinuosa, ya que las 2
arterias que lo recorren tienen mayor longitud en relación con la vena única
umbilical. “Inteligentemente” acomodadas dentro del mismo.
Placenta y Cordón umbilical- Relación
La vena umbilical: se encarga de
llevar la sangre “oxigenada” de la placenta al feto (color rojo en la imagen).
Las 2 arterias umbilicales: llevan del feto a la placenta la
sangre “venosa o carboxigenada”.
Los vasos se hayan protegidos por una sustancia gelatinosa
(Wharton) y revestido por tejido amniótico (color azul en la imagen).
Dato interesante: los vasos umbilicales, provienen de la
alantoides, que se encontraba dentro del pedículo de fijación, y que a su vez
nacieron del extremo caudal del embrión donde se inició el intestino primitivo.
A través de Ecografía
doppler se controlan los vasos umbilicales
y fetales para asegurar correcto flujo de sangre y por ende el intercambio de
los nutrientes y el oxígeno. De esta manera se puede comprobar que el bebé está
recibiendo lo que necesita en el útero, principalmente cuando se acerca la fecha probable de parto y
confirmar la funcionalidad de la placenta a pesar de su grado de maduración (
I, II, III) y progresivo envejecimiento fisiológico.
Dónde está ubicada la placenta dentro del útero?
Suele insertarse en la parte alta o superior del útero,
aunque puede presentarse en inserciones baja o previa a partir de las 16-20 sem puede determinarse,
la ubicación definitiva de la misma, mediante observación ecográfica.
Alumbramiento ESPONTANEO: separación de la placenta y
membranas ovulares luego del nacimiento por Parto Vaginal de un único bebé.
Inmediatamente luego del nacimiento, el útero se retrae para
adaptarse a su menor contenido y continúa su contractilidad rítmica, con
frecuencia e intensidad similar, ya que la oxitocina sigue siendo pulsátil,
aunque podría decirse casi indoloras. La placenta sigue adherida al útero, por
lo cual frente a las contracciones, la posición vertical, la estimulación de la
succión del recién nacido y el calor o ambiente cálido donde se encuentren,
comenzará su desprendimiento y posterior salida al exterior.
La expectación y la observación, con tranquilidad es
fundamental para una separación completa y correcta de la placenta. La salida
no es inmediata, la mayoría se produce en los primeros 30 minutos y puede
esperarse hasta 2 horas criteriosamente, teniendo en cuenta signos de
desprendimiento, y mirada holística de la parturienta.
La ligadura del cordón umbilical se realiza cuando éste dejó
de latir. "NO ANTES". El desprendimiento de la placenta es un proceso
simultáneo, por lo cual, no debe tironearse ni ordeñar del cordón, con la
intención de apresurar el proceso de salida. Al mismo tiempo que se abriga al
recién nacido y se lo contiene para una buena adaptación al medio externo.
Luego de la separación, el útero desciende a la altura del
ombligo y el cuello uterino irá
cerrándose nuevamente. Recién al mes el útero será intrapélvico. Todo gracias a
sutiles contracciones. Se observarán pérdidas sanguíneas, que irán disminuyendo
con el correr de los días.
Muy interesante: La hemostasia uterina, depende de la
contractilidad antes mencionada, y de la acción de sus fibras musculares
(miometrio). Al tener el útero tres capas musculares donde la capa media con
sus fibras espiraladas aborda los vasos sanguíneos, se logra el cierre rápido
ante el sangrado, con el objetivo de evitar hemorragia. Se cicatriza la zona de
desprendimiento placentario, y así comienza la regenerar el endometrio a partir
del 6to día post parto.






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