Los exámenes vaginales pueden ser desagradables, intrusivos y embarazosos para las mujeres, y se asocian con un mayor riesgo de introducir una infección. A la luz de la creciente preocupación mundial sobre el uso extensivo de intervenciones de rutina en el trabajo; puede ser el momento de considerar medios alternativos menos invasivos para evaluar el progreso en el trabajo. Ha sido reportada la presencia de una línea morada durante el parto, que se extiende entre las nalgas a medida que avanza el trabajo. Cuando la línea está presente puede ser un indicador del progreso del trabajo de parto y el descenso del bebé por el canal de parto. Los autores proponen que un "aumento de la presión intrapélvica causa la congestión en las venas del sacro, el cual, junto con la falta de tejido subcutáneo sobre el sacro, resultan en esta línea de coloración púrpura rojo" (plateada para personas de color).VALORACIÓN DE LA DILATACIÓN CERVICAL SIN EXAMEN VAGINAL
Durante algún tiempo, mi ambición ha sido encontrar un método fiable para valorar el progreso del parto que, tanto como se pueda, deje a un lado la necesidad de exámenes internos. Si, lo sé, puedes valorar el progreso sin ellos, pero tiene más sentido encontrar un mecanismo formal, para el beneficio del cliente que quiere saber a cuanto está, al mismo tiempo que el sentido práctico si tienes que transferir; resulta más creible si tienes un método establecido.
Hace unos años oí hablar de un estudio de investigación que ponía la hipótesis de que la línea púrpura o violeta que trepa por la rabadilla puede usarse como medida de dilatación cervical. Esta línea se inicia en el margen del ano al comienzo del parto y gradualmente trepa hacia arriba, como mercurio en un termómetro. Cuando alcanza el dorso de las nalgas, la mujer ya está completamente dilatada. Supuestamente.
Lo encontré intrigante. Así que empezé a comprobar si la medida digital (es decir, por dedos) correspondía. Ha resultado ser extrañamente preciso. La línea empieza a aparecer justo por encima del margen anal a entre 0 y 2 cm de dilatación cervical. No parece aumentar en estricta proporción; hay un espacio más largo entre los 4 y 7 cm de dilatación que los restantes anteriores y posteriores.
El "dorso de las nalgas" (nape of the buttock) es el punto justo por debajo de la articulacion sacrococcigea (rabadilla), donde el cóccix empieza a curvarse hacia adentro en la mayoría de personas. Una mujer de la que cuidé recientemente daba signos de estar en finales de primera fase (primípara con bebé en orientación posterior). Las contracciones venían intensas y rápidas, ella gruñía visiblemente bajo los efectos de las endorfinas y tres horas antes estaba a 4 cm. Recomponiendo en mi mente la posición del baby, sin embargo, me hacía sospechar. No quise hacer ningún otro tacto vaginal aunque ella quería saber a cuánto estaba. Así que le pedí que se cambiara de posición (estaba a horcajadas en una silla), a ponerse a cuatro patas. Cuando miré, la línea indicó que su cervix estaba por lo menos a 6 cm de dilatación. Se lo expliqué y ella decidió seguir en aquella postura. Para mi sorpresa, mientras miraba, la linea trepó hacia arriba. Al mismo tiempo, ella dejó de gruñir con las contracciones y me dijo que la terrible presión de su trasero se habia pasado. Media hora más tarde la línea sugirió que estaba a 8cm. Una hora más tarde, la línea alcanzo el final de la rabadilla y ella comenzó a empujar. En este caso, parece que observar la línea me dijo mucho más que simplemente una aproximación de la dilatación cervical; pude contar que el bebé se habia girado y el avance de la dilatación alterado.
Una lectura precisa podría resultar clave en esta práctica. A veces noto que yo misma ansío ver la línea progresar más rápido de lo que lo hace. Cuando hago esto, y luego compruebo con un tacto vaginal, sólo para encontrar que la línea era correcta, me enfado conmigo misma y deseo haberme fiado de mis observaciones. Como "clínica", debería haber renunciado a esperanzar cuando las mujeres están agotadas y desesperadas, y concentrarme en darles fuerza y perseverancia, pero sólo soy humana.
No estoy preparada para abandonar mi aprendizaje, y la muestra es pequeña. Aun así, parece que una vez que se aceptan variables por diversidad anatómica (como terribles hemorroides, que hacen difícil la valoración al principio) la hipótesis rápidamente se convierte en una realidad demostrable. Me tengo que contener la tentación de hacer marcas con un bolígrafo (a veces sirven objetos para tomar la medida) y mirar contínuamente el culo de una pobre mujer podría inhibir el efecto en mis sentidos. A veces hay que ser mas intrusiva en mujeres con gr
andes traseros para poder observar dicha línea.
Como trabajo en un área con poca diversidad étnica, sólo he podido observar este fenómeno en mujeres blancas. Me encantaría oír de las matronas trabajando con negras, asiáticas o chinas, que estén interesadas en explorar las posibilidades de esta nueva práctica. Por cierto, ¿cuál es el color de la línea en mujeres de piel negra? Ahora puedo prever el momento en que me sentiré con confianza suficiente para usar esto como mi mecanismo formal y abandonar los exámenes vaginales superfluos e intrusivos.
Lesley Hobbes, RM RMN BA(Hons)
No hay comentarios:
Publicar un comentario