Eclipse y Embarazo

Entendamos primero ¿Qué es un Eclipse? Es el fenómeno que ocurre cuando el Sol, la Luna y la Tierra están en línea recta.

Cuando un eclipse solar es total se distingue desde la sombra, y cuando es parcial se observa desde la penumbra. Mientras que el lunar ocurre cuando la Tierra está en línea directa entre el Sol y la Luna.

Y ante este acontecer natural seguramente habrás escuchado decir que los eclipses son "malísimos" en el embarazo y cuántas mujeres gestando han corrido a ponerse un seguro, un alfiler o algo de metal para que no se les "eclipse" el bebé.

Pero, ¿qué tiene qué ver la alineación del Sol, la Luna y la Tierra con los partos? Recordemos que la Luna influye en la presión sanguínea de las personas, que aunque no en todos los casos, se presenta con dolores de cabeza, migrañas, mareos, cambios de ánimo, entre otros, y más aún en el embarazo donde se sensibilizan más los sentidos. 

Al haber mayor presión atmosférica, aumenta la presión intrauterina del líquido amniótico induciendo naturalmente la labor de parto, aunado a si hay predisposición de presión alta o baja en la madre; ésta deberá tener cuidado no sólo durante los eclipses sino en las fechas del calendario lunar, es decir, lunas llenas, menguantes, crecientes y nuevas.

Esto induce a que los alumbramientos se desencadenen durante el fenómeno y obedece a la costumbre de nuestras abuelas de colocar en la embarazada seguros, alfileres, broches o lo que fuera en la ropa para regular la presión, o bien, cintas alrededor del vientre.

Es por ello, que la predisposición a parir durante un eclipse aumenta considerablemente. Así, que si esperas un bebé y temes a los eclipses, ya sabes a qué métodos recurrir para evitar la estadística de nacimientos en la fecha.