martes, 28 de mayo de 2013

15 Datos Increíbles sobre la placenta, el cordón umbilical y el saco amniótico.



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1-. La placenta tiene 2 partes. Una parte es genética y biológicamente parte de la madre y la otra es parte del bebé.

2-.Durante el embarazo, cada minuto 500 ml de sangre son bombeados al útero para intercambiar nutrientes con la placenta.
Eso sí, la sangre de la madre nunca se mezcla con la de su bebé.

3-. Pesa casi 500 grs. La placenta, en average, mide 22 cm de diámetro y 2-2.5cm de alto, pesa alrededor de 470grs.

4-. Segrega hormonas. La primera hormona placentaria es la HCG (Gonadotropina Coríonica), que es la hormona que se detecta con las pruebas de embarazo.

5-. Tiene muchos usos tras el parto. Distintas culturas sostienen distintas creencias acerca de la placenta; algunas la entierras, otros la comen, y otros la usan como medicina e incluso en cosmética.

6-. El cordón umbilical es parte del bebé. Fisiológica y genéticamente es parte del feto, normalmente contiene dos arterias que extraen los desechos y una vena por la que entra la sangre oxigenada.

7-. El cordón umbilical es largo y útil. Mide aproximadamente 56 cm de largo, se extiende desde la pared abdominal del bebe y está adjunto a la placenta. Su función principal es llevar nutrientes y oxígeno de la placenta al bebé y devolver productos de desecho desde el bebé a la placenta.

8-. Células importantes. El cordón umbilical contiene células madres, que puedes desarrollarse como varios tipos de células especializadas y han sido usadas como parte de tratamiento de enfermedades incluyendo leucemia y linfomas.

9-. Transfiere anticuerpos. Cerca del final del embarazo, el cordón umbilical pasa anticuerpos sintetizados por la placenta a partir de las defensas adquiridas por la madre durante su vida.

10-. El ombligo es una cicatriz. El muñon del cordón que queda adherido al cuerpo del bebé se seca y desprende entre 5 y 15 días después del nacimiento, deja una cicatriz que conocemos como 'ombligo'.

11-. Muchos fluídos. El saco amniótico contiene aproximadamente 800ml de líquido. Puede desceder un poco al final del embarazo.

12-. Bebé inhala y orina dentro del útero. El bebé traga líquido amniótico y repone el líquido orinando y exhalando el líquido.

13-. Más que sólo agua. 2 semanas luego de la fertilización el saco amniótico comienza a crecer y llenarse. Luego de las 10 semanas de gestación el fluído ya contiene carbohidratos, lípidos, fosfolípidos, proteínas y úrea.

14-. El líquido amniótico es filtrarlo completamente cada 2-3 horas a través de la placenta.

15-. Nacido dentro del saco. Algunos bebés nacen con su saco intacto o con parte de este cubriéndoles la cara. En épocas medievales era señal de buena suerte, también leyendas sostienen la creencia que un amuleto hecho de esta membrana protegía a los marineros de morir ahogados. 

sábado, 4 de mayo de 2013

La duración de un parto natural, ¿cuánto tiempo puede ser?


La duración de un parto natural, ¿cuánto tiempo puede ser?

Se considera normal que un parto natural dure entre 5 y 13 horas, aunque el tiempo varía mucho en función de diversos factores

    Cada parto es diferente y su duración está asociada a numerosos factores como la experiencia anterior de la madre, el uso o no de anestesia o la elección de un alumbramiento natural o intervenido. Sin embargo, la "Guía Práctica Clínica sobre la Atención al Parto Normal", editada por el Ministerio de Sanidad, proporciona información de utilidad sobre los límites que distinguen lo que se considera una duración normal de una anormal en las distintas etapas del parto.

Hay tantos tipos de partos como niños en el mundo. Y es que el proceso de dar a luz puede variar de forma significativa no solo entre una mujer y otra, sino también entre un bebé y otro de la misma madre. Por este motivo, al igual que no es fácil predecir si un parto será más o menos complicado, tampoco lo es marcar una duración media del mismo.

Distintos condicionantes pueden afectar a la duración del parto desde que se inician las primeras contracciones hasta el alumbramiento final con la expulsión de la placenta. Entre ellos: si es el primer parto para la madre, si utiliza anestesia epidural o si la etapa de alumbramiento se desarrolla de forma activa o natural. En función de estos factores, el Ministerio de Sanidad, en su "Guía Práctica Clínica sobre la Atención al Parto Normal", establece los límites sobre lo que se considera una duración normal y no en las distintas etapas del parto.

Primera etapa del parto: dilatación (entre 5 y 8 horas)

El parto se inicia con la dilatación del cuello del útero. Se considera que abarca desde el comienzo de las primeras contracciones hasta que se alcanza la dilatación completa (10 cm). Aunque el progreso en esta fase no es lineal, tal como recoge la "Guía Práctica Clínica sobre la Atención al Parto Normal", la mayoría de las mujeres primíparas cubren esta etapa dentro de las primeras 18 horas y las multíparas en las 12 iniciales. Esta etapa se divide, asimismo, en dos fases diferenciadas:

Fase latente: se denomina así al periodo que trascurre desde el inicio del parto hasta que se alcanzan entre los 2-4 centímetros de dilatación. Esta fase, en la que se producen contracciones variables en intensidad y duración, es bastante irregular. Por eso es difícil determinar el momento en que comienza y, en consecuencia, no es posible establecer una duración aproximada.

Fase activa: durante esta fase, que comprende desde los 2-4 centímetros de dilatación hasta que se alcanzan los 10 centímetros máximos, las contracciones son más regulares tanto en su intensidad como en la frecuencia. La duración es variable y depende de los antecedentes. En las mujeres primíparas el promedio de duración es de 8 horas (máximo 18 horas) y en las multíparas la media no sobrepasa las 5 horas (máximo 12 horas).
Segunda etapa del parto: expulsivo (desde 18 minutos hasta 4 horas)

La segunda etapa del parto abarca desde la dilatación cervical completa hasta el momento en que se produce la expulsión del bebé. La duración del expulsivo es variable en función de si la mujer ha tenido o no partos anteriores y de la administración o no de anestesia epidural:

sin epidural: la duración media para mujeres primíparas es de 54 minutos (aunque se considera normal hasta las 3 horas), y para mujeres multíparas de 18 minutos (máximo 2 horas).
con epidural: la anestesia epidural puede ralentizar la fase del expulsivo hasta las 4 horas para mujeres primíparas, y 3 horas para las multíparas.

La prolongación excesiva de esta etapa deriva, en muchos casos, en la necesidad de intervenciones médicas (como la episiotomía, el parto vaginal instrumental o la cesárea) y en algunas complicaciones (como hemorragias postparto, desgarros perineales o fiebre tras el alumbramiento).

Tercera etapa del parto: alumbramiento (entre 10 y 60 minutos)

Se denomina alumbramiento a la etapa del parto que transcurre entre el nacimiento del bebé y la expulsión de la placenta y las membranas fetales. Esta fase se puede llevar a cabo de forma natural (alumbramiento espontáneo) o con un manejo activo e intervencionista por parte de los especialistas. Esta actuación se realiza, en general, para disminuir los posibles riesgos de una hemorragia postparto, ya que esta pérdida se asocia con frecuencia a una duración excesiva del alumbramiento.

Esta etapa tiene una duración diferenciada en función del tipo de alumbramiento:

natural: en el 95% de los casos tiene una duración menor de 60 minutos; se considera prolongado si supera este límite.
intervenido: la duración puede ser de entre 10 y 30 minutos; se estima prolongada si sobrepasa este tope.

Las mentiras de la lactancia


Nyonyo, dicen en Kenia: dar el pecho, en España. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es la mejor vía de alimentación que puede recibir el bebé durante sus seis primeros meses de vida. Una opción que en los países africanos no tiene más misterio que el de ofrecer el pecho al pequeño cada vez que éste lo requiera y, sin embargo, en otros países como España,las dudas que acarrea conllevan en muchas ocasiones el abandono de la lactancia materna. Según el Instituto Nacional de Estadística (los únicos datos disponibles), a las seis semanas de nacer el bebé, el 66% recibe lactancia materna exclusiva, a los tres meses, el porcentaje se reduce al 53% y a los seis meses, al 28%.

El hecho de que muchas de las mujeres que han decidido dar el pecho a sus hijos finalmente desistan se debe, más que a las dudas, a las falsas creencias y los mitos heredados de lo que los expertos denominan la generación del 'bibe'. "Ha habido una época en la que se creía que la leche de fórmula era mejor que la materna", explica Juana María Aguilar, enfermera coordinadora de Lactancia Materna del Hospital Materno-Infantil del 12 de Octubre de Madrid.

Esta especialista junto a Inma Mellado, consultora acreditada de Lactancia Materna, destierran a ELMUNDO.es algunos de los mitos más extendidos.

1. Mi pecho es pequeño, puede que no tenga suficiente leche. Falso. No se tiene más o menos leche en función del tamaño del pecho. El tamaño lo define la grasa, no los conductos que 'fabrican' leche. De hecho, el pecho produce tanta leche como el niño necesita. Para asegurar la producción basta con encontrar la postura correcta, y que el bebé haga tomas frecuentes.

2. Tener los pezones planos o invertidos va a hacer casi imposible la lactancia. Falso. Los pezones van sufriendo cambios al final del embarazo y durante la lactancia. Además, los niños no se enganchan sólo del pezón, sino de una buena cantidad de pecho que puede abarcar toda la areola, según el tamaño de la misma. No obstante, si existe dificultad, se puede buscar la ayuda de un profesional experto en lactancia.

3. Hasta que me suba la leche, tendré que darle el biberón. Falso. Al principio, el calostro (la primera leche) es todo lo que necesita el bebé si mama a demanda y con frecuencia. Son muy pocas las mujeres que no tienen nada de leche.

4. Creo que mi leche es acuosa y no alimenta. Falso. La leche de todas las madres alimenta. Sólo hay que dársela tantas veces como el bebé necesite. Es verdad que cuando se inicia la toma, la primera leche que sale tiene más cantidad de agua y azúcares. Después de un rato de succión y vaciado se hace más espesa por tener más contenido en grasas que sacia y engorda.

5. Para tener más leche, tengo que beber mucha leche. Falso. La producción de leche aumenta o disminuye en función del vaciado del pecho, no de los alimentos que se toman. Al igual que no hay alimentos que aumenten la producción de la leche, tampoco hay alimentos que provoquen gas en la leche o en el niño.

6. Hay que dar el pecho cada tres horas, para dar tiempo a que "se recargue". Falso. Precisamente lo contrario. Para asegurar una adecuada producción y flujo de la leche durante los seis meses de lactancia materna exclusiva, el lactante tiene que ser amamantado tan frecuentemente como él o ella quiera, tanto de día como de noche. Así lo confirma, además un estudio científico publicado en 'Pediatrics'.

Es lo que se conoce como lactancia materna a demanda. Los lactantes se alimentan de acuerdo con su apetito, obtienen lo necesario para un crecimiento satisfactorio. Estos lactantes no vacían completamente el pecho, extraen solamente entre el 63% y el 72% de la leche disponible. Siempre pueden obtener más leche, lo que demuestra que el lactante deja de alimentarse debido a que se ha saciado, y no porque el pecho se haya vaciado, según otro estudio de la revista 'Food and Nutrition'.

Hay que tener en cuenta que no todos los pechos tienen la misma capacidad de almacenamiento de leche. Los lactantes de mujeres con baja capacidad de almacenamiento pueden necesitar alimentarse con mayor frecuencia, para extraer la leche y asegurar una ingesta y producción láctea adecuadas.

7. Si les das a demanda a tu bebé, no se acostumbra a comer con unas pautas y eso le puede dañar el estómago. Falso. Si el niño come cuando quiere y el tiempo que desea, su estómago se irá desarrollando de forma adecuada. Imponer horarios y cantidades que no se ajustan a las necesidades del bebé es lo que puede producir malestar e irritabilidad.

8. El bebé sigue llorando, querrá comer más y no tengo suficiente. Falso. Los bebés lloran por muchas razones, no necesariamente tiene que ser por leche insuficiente. Los niños que toman el pecho sin restricción, en la duración y frecuencia de las tomas, no suelen tener cólicos. Si parece que llora porque tiene más hambre, se le puede ofrecer más pecho. La leche de la madre es de fácil digestión y se tolera bien.

9. Las tomas empiezan a ser más frecuentes de lo habitual, quizás mi bebé se queda con hambre. Falso. Unas veces querrán comer más y otras tienen sed y necesita mamar sólo un poco, sobre todo en temporadas de calor. También puede deberse a los brotes de crecimiento. Los niños pueden volverse más demandantes para que la madre aumente la cantidad de leche que ahora necesita. Después de dos o tres días, se recupera un ritmo más relajado sin necesidad de añadir biberones extra.

10. Ya no noto el pecho 'lleno', puede que no tenga suficiente leche. Falso. Al final, casi todas las dudas terminan en la misma pregunta: ¿tendré suficiente leche? Según la enfermera, es normal sentir el pecho menos hinchado con el tiempo, pero esto no indica menos producción. La producción depende de las tomas del bebé.

11. Con el sacaleches, me extraigo poca cantidad. No puedo continuar con la lactancia. Falso. La extracción manual, con o sin sacaleches, no sirve para medir la cantidad de leche que tiene cada mujer, un niño bien enganchado sacará mucho más.

12. "Vuelvo a tener la menstruación, el fin de la lactancia materna. Falso. La producción de leche se mantiene mientras haya estimulación y vaciado de las mamas hasta que la madre y el bebé quieran.

13. El estrés puede 'cortar' la leche. Falso. Al final, muchos miedos tienen la misma explicación y es que la producción de leche se mantiene mientras haya estimulación y vaciado de las mamas.

14. Estar resfriada, tener la gripe o tomar medicamentos es incompatible con la lactancia. Falso. Ni hay que dejar de dar el pecho porque la madre tenga un resfriado o gripe ni tampoco si toma fármacos. Por la leche, transferimos defensas al niño/a que le protegen de la infección. Antes de coger al bebé, conviene lavarse las manos y, si es necesario, nos cubriremos la nariz y la boca con una mascarilla o un pañuelo.

En cuanto a los medicamentos, muchos más de los que pensamos y más de los que a priori desaconsejan algunos médicos pueden tomarse durante la lactancia. Existe una web E-lactancia muy recomendable para comprobar la compatibilidad de los medicamentos con la lactancia materna. En caso de que uno fuera incompatible, se puede buscar otro alternativo. Y si no lo hubiera, se puede mantener la producción de leche con extracción mientras dura el tratamiento para después retomar la lactancia y no abandonarla.

15. Si el bebé no duerme del tirón es porque ya necesita un suplemento (leche de fórmula). Falso. No existe relación. Cuando son pequeños, necesitan comer a menudo y no suelen dormir 'del tirón'. Después, van espaciando las tomas y duermen más por la noche, pero algunos quieren seguir comiendo a menudo. No depende de si toman leche materna o de fórmula, sino de cada niño.

16. El aumento de peso del bebé no es tan rápido como se espera. No se está alimentando bien. Falso. Cada niño tiene un patrón de crecimiento. No todos tienen que crecer con los mismos patrones.

17. Me he quedado embarazada, tengo que destetar a mi bebé. Falso. No es una obligación, sino una decisión de cada mujer. Se puede amamantar durante todo el embarazo, siempre que el niño quiera y no se trate de una gestación de riesgo. Cuando llega el nuevo miembro, incluso se puede amamantar en tándem, siempre dando prioridad al más pequeño.

18. Con seis meses, el bebé es muy mayor ya para tomar pecho. Falso. La OMS y la Asociación Española de Pediatría recomiendan la introducción de alimentación complementaria al pecho a partir de los seis meses, pero es eso, complementaria, subraya Juana María Aguilar. Primero el pecho y después lo demás poco a poco. Hasta el año de vida, la leche de madre sigue siendo el alimento principal. Cuando el niño come de todo sigue siendo la principal fuente de leche hasta los dos años o más.

19. Tras la incorporación laboral ya no es posible continuar con la lactancia materna. Falso. Depende de muchos factores, el tiempo que pasan la madre y el bebé separados, si la madre hace extracción durante ese tiempo, si la persona que se queda al cargo puede darle nuestra leche, de la edad del bebé y la expectativa que tengamos. En algunas ocasiones, por las circunstancias, la madre opta por una lactancia complementada o mixta.
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